La Regla de Oro
En la página de Pedagogía Conceptual, Miguel de Zubiría propone, algo que también planteó en su conferencia en el Liceo Cartago: “formar personas buenas: bondadosas, cariñosas, amables, alegres, solidarias, profundas. Formar sus personalidades, no solo educar su intelecto. Este es el meollo del asunto.”Entonces con los profesores leímos, en el 2008, “La Educación del Corazón”, capítulo 11 del libro “Emociones Destructivas”. La lectura es un diálogo con el Dalai Lama, encabezado por Daniel Goleman, el padre de la inteligencia emocional. Sorprende la insistencia en que las directrices planteadas no son solo para los niños, sino para los maestros, para el rector y para todo el personal del colegio.
Entre esas cuatro directrices habla, en la página 326, de la Regla de Oro: “trata a los demás como quieres que ellos te traten a ti”. Dicen en el libro que esta regla es una obra maestra de la sabiduría y le podemos agregar que además es la norma fundamental del servicio al cliente.
Esta palabra, que incomoda a muchos educadores, esta presente en los dos modelos más importantes de acreditación de las instituciones educativas en todo el mundo. Si miramos la guía “GTC 200. Guía para la implementación de la Norma ISO 9001 en establecimientos de educación formal en los niveles de preescolar, básica, media y en establecimientos de educación no formal”, en el capítulo cinco, trata sobre el “Enfoque al cliente en los Establecimientos Educativos.”
También esta presente en el modelo de acreditación educativo de la Fundación Europea para la Gestión de la Calidad (EFQM) donde se afirma que es una nueva visión de la calidad centrada en el cliente.
Por último en el Seminario de Marketing Educativo de la Universidad de la Sabana, celebrado en Pereira en octubre del 2007, plantearon, para las instituciones educativas y para todas las empresas, una ecuación: Amabilidad igual éxito.
