En el Colegio tenemos hace muchos años un bambú en la parte de atrás. Ahora los ecologistas se dieron cuenta que presenta muchas posibilidades, ya que el bambú “absorbe cuatro veces más bióxido de carbono que un grupo de árboles de madera dura, y libera 35 por ciento más oxígeno.”.
Además brinda muchas posibilidades comerciales, en construcción, en muebles, en pisos y en telas tan suaves como la seda. Por otro lado es bueno agregar que el nombre científico de la guadua es “bambusa guadua” es decir el bambú y la guadua son parientes cercanos.
Cartago en sus orígenes estaba en el centro de un guadual inmenso. Un cronista, Fray Jerónimo de Escobar, que vino en 1582 escribía sobre Cartago: “… está cercado de una montaña tan espesa de cañaveral, de unas cañas muy gruesas, de más de 10 leguas” La legua equivale a 5,5 kilómetros, es decir un guadual de 55 kilómetros.
Otro cronista Juan López de Velasco, en 1574 escribe sobre Cartago: “Tan cubierta y escondida que no se puede ver hasta estar encima de ella por estar en tierra muy cerrada de cañaverales, que en todo el año no hay por donde correr un caballo”.