Daniel Gray Wilson, Ph.D Director de investigación del Proyecto Cero
“No puede haber conocimiento sin emoción”, dice en el artículo “Las Dimensiones de la Comprensión”, de Daniel Gray Wilson, en la revista Magisterio # 14. Por otro lado, Edgar Morin manifiesta que: “la facultad de razonamiento puede ser disminuida y hasta destruida por un déficit de emoción”.
Edgar Morin, autor del libro "Siete saberes necesarios para la educación del futuro"
Las dos citas anteriores corroboran y se pueden sintetizar muy bien con la frase: “hay que llegar al corazón antes de poder llegar a la mente” del libro “Disciplina Positiva en el Aula”, que es un programa para desarrollar la inteligencia emocional.
Al leer el artículo mencionado, de Gray Wilson, no me quedaba muy clara la relación entre la dimensión de propósito y la emoción. Consulté en el diccionario etimológico la palabra emoción. Viene del latín emovere: mover, remover. Con esta nueva herramienta cambié de punto de vista, entendí la magnitud de la dimensión de propósito en la Enseñanza para la Comprensión, que sirve para integrar “el conocimiento con la persona”.
Tina Blythe, en el libro guía de nuestro modelo pedagógico, dice que la EpC es para ayudar a los alumnos a “establecer relaciones entre su vida y la asignatura” y también para: “permitirles establecer conexiones con sus experiencias personales”
Codice Precolombino
Cristian Cárdenas Berrío, profesor del Colegio, en su excelente unidad de EPC sobre Literatura Precolombina, interroga a los alumn@s de noveno: ¿De qué manera la visión de mundo plasmada por los indígenas en sus obras literarias me ayuda a relacionarme mejor con el otro y conmigo mismo?
Por último, en nuestras unidades de EPC, no podemos olvidar que Gray Wilson plantea, en la dimensión de propósito, que una de nuestras labores como educadores es ayudar a relacionar: “las conexiones personales del individuo con el conocimiento”
Carlos Alberto Palau Botero
Rector Liceo Cartago
24 de octubre de 2005