jueves, 7 de noviembre de 2013

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¿Qué tal si nunca dejamos atrás un niño?

LA PALABRA FRACASO EN EL DOCUMENTO 11

A la palabra fracaso siempre la lleva de la mano una pesadilla. En la noche nos desprendemos del cielo nocturno y caemos de espaldas en un profundo túnel, oscuro, sin orilla,  sin fondo y se siente el vértigo del fracaso que nos deja una marca con fuego en la memoria.
 En el “Documento 11” la palabra fracaso se encuentra ocho veces y casi todas son de  alerta, para no llegar, al final del año escolar, al borde del precipicio y un paso más allá. La nueva evaluación formativa es  preventiva.  Me parece que las ideas del “Documento 11” giran alrededor de una idea central de mucho peso gravitacional: “la información que arroja la evaluación es fundamental para los maestros, debido a que con ella se detectan las partes del proceso que están fallando o que impiden a los estudiantes alcanzar las metas propuestas y esperadas en sus desempeños de manera exitosa. Todo con la intención de actuar de manera preventiva dentro del proceso formativo para evitar a tiempo los fracasos escolares que históricamente se han presentado al finalizar el año lectivo” p. 26 y 27
En la Directiva Ministerial 29 (noviembre de 2010) la Ministra de Educación, María Fernanda Campo, dice que “el objetivo de los establecimientos educativos del país es que todos sus estudiantes aprendan lo que tienen que aprender” y además plantea que  el fracaso escolar  es una doble calzada, entre el profesor(a) y los estudiantes, dice la Ministra: “La reprobación puede deberse a múltiples causas entre ellas ineficaces prácticas pedagógicas y no solamente a las falencias de los educandos”
La pregunta que surge es ¿cómo evitar el fracaso escolar y alcanzar el éxito? En el libro “La Práctica de la  Inteligencia Emocional”, Daniel Goleman, propone: “El modo más eficaz para alcanzar grandes metas consiste en descomponerlas en pasos sencillos y manejables… la descomposición de nuestros objetivos en una serie de pasos pequeños hace que resulte más fácil superar los retos y alcanzar el éxito”  p. 365
Por último, en la película “Esperando a Superman”, el educador Geoffrey Canada,  abrió en Nueva York, las  puertas de su escuela en las 100 manzanas más deprimidas de Harlem  y logró que  nueve de cada 10 egresados fueran excelentes matemáticos y ganaran las becas universitarias. El proyecto de Geoffrey Canada fue  premiado en el 2012 con la máxima condecoración educativa  de la Universidad de Harvard. Canada dice que se preguntó, antes de empezar a construir su sueño: ¿Qué tal si nunca dejamos atrás un niño?


Por: Carlos Alberto Palau Botero.

 Rector Liceo Cartago.  30 de abril de 2013